sábado, 12 de diciembre de 2015

Los anteojos de Foucault – Héctor Ranea


Hay negocios de óptica que venden anteojos para mirar de lejos que se los das a una amiga y ella, al ponérselos, te permite ver las cosas que ve ella. También están los de mirar de cerca, que uno tiene que pegar a las cosas; entonces los animales que, vistos desde los jarrones chinos parecen zorzales, pasan a parecer trompetas de Miles Davis con plumas. Son divertidos los anteojos cilíndricos que usamos para llevar leche y prepararnos un Toddy mientras leemos un libro de Foucault que, como en mi caso, sólo llevo 25 años tratando infructuosamente de pasar el capítulo que menciona a Borges porque me quedo como un animal que, visto desde cerca, parece una mariposa enganchada con un alfiler de gancho y no puede volar sin llevarse los anillos del emperador con ella. Estoy esperando que levante vuelo y me regale un anillo de esos.

Acerca del autor:
Héctor Ranea

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