martes, 10 de noviembre de 2015

El héroe de la noche se rebela – Héctor Ranea


Carlites, el inobjetable, era uno de esos superhéroes nocturnos que no tenían prensa. En realidad, no solo no tenía prensa, ni heladera tenía, pero sí tenía una cama.
La mañana que narro, Carlites se levantó a la madrugada y al mear se dio cuenta de que lo hacía gris. Se miró y se vio gris en el espejo, como los de tez blanca que fuman mucho. No se pudo volver a dormir, así que con las primeras horas del alba salió a correr. Un gato gris se le cruzó y al esquivarlo, un auto gris casi lo pisa. Ya con franca luz diurna, los árboles grises y las rosas grises lo alarmaron. Salió disparado para el pañol. El dibujante se había quedado sin tintas de color, otra vez. Esto de pagar la tinta con la que lo dibujaban le estaba resultando cansador y oneroso.
Se fue sin decir más nada, gris pero con dignidad. Inobjetable, como siempre.

Acerca del autor:
Héctor Ranea

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